¿Un tentempié?

Bocadillo, piscolabis, snack, refrigerio, entremés o vituperio. Hay diversas maneras de llamar
al almuerzo que nos comemos para saciar el hambre, pero probablemente una de las
palabras más conocidas, aunque solo sea por su antigüedad, es “tentempié”. Y tú, ¿te
sabes su historia?

Origen de Tentempié: desde ‘Tente en Pie’ a la Merienda

El origen de la palabra “tentempié” se vincula con la expresión española “tente en pie”, que literalmente significa mantenerse en pie. Esta expresión se deriva de “tente”, que es la forma imperativa del verbo “tener”, y “pie”, que proviene del latín “pes” o “pedis”, con un significado bien conocido que se refiere a la parte del cuerpo que utilizamos para estar de pie.

Interesantemente, hay registros históricos que sugieren que el término “tentempié” también se utilizó para describir un dispositivo empleado en el pasado para sostener maniquíes en posición vertical. Este aparato incluía un contrapeso en su extremo inferior, lo cual garantizaba que el maniquí permaneciera erguido con estabilidad.

No obstante, el uso de “tentempié” para referirse a una comida data de mucho después. La primera instancia documentada de este uso aparece en 1849, en la obra “Traidor, inconfeso y mártir” del renombrado escritor y poeta español José Zorrilla. En este contexto, “tentempié” comenzó a utilizarse para describir una comida ligera que se consume entre las comidas principales.

Hoy en día, aunque el término puede parecer un tanto arcaico para algunos, sigue siendo utilizado en el español contemporáneo para describir un pequeño refrigerio o bocado que se toma para calmar el hambre entre comidas más sustanciosas. Esta palabra no solo nos conecta con su interesante origen etimológico y su historia literaria, sino que también continúa siendo una parte viva del vocabulario español, demostrando la rica evolución de la lengua.

Beneficios de una buena y completa alimentación

Mantener una alimentación equilibrada es crucial tanto para la salud física como para el bienestar psicológico y emocional. Indudablemente, sentirse saciado puede influir positivamente en nuestro estado de ánimo, como bien sugieres. En este contexto, la práctica de comer cinco veces al día es ampliamente recomendada por nutricionistas y médicos como una forma efectiva de mejorar los hábitos alimenticios.

Comer cinco veces al día es parte de una de las dietas más saludables que recomiendan la gran mayoría de los especialistas para así conseguir tener unos mejores hábitos. Realizar 5 comidas diaria supone:

• Nutrición completa y equilibrada: Comer cinco veces al día permite una distribución más uniforme de los alimentos a lo largo del día. Esto facilita la incorporación de una variedad de nutrientes esenciales en nuestra dieta, como fibra, proteínas, carbohidratos y minerales. Con múltiples oportunidades para comer, es más fácil alcanzar los requerimientos diarios de estos nutrientes sin tener que sobrecargar ninguna comida.

• Metabolismo activo: Al ingerir alimentos regularmente, el cuerpo mantiene activo su metabolismo, lo que ayuda a procesar los nutrientes de manera más eficiente y a convertirlos en energía. Esto no solo favorece un peso corporal saludable al evitar grandes picos y caídas en la tasa metabólica, sino que también mantiene los niveles de energía estables a lo largo del día, ayudando a evitar el agotamiento.

• Control del apetito y la saciedad: Las comidas frecuentes previenen las caídas drásticas en los niveles de glucosa, que pueden llevar a un aumento del apetito y a la sobreingesta de alimentos. Al estabilizar los niveles de insulina y glucosa en la sangre, se promueve una mayor sensación de saciedad durante más tiempo, lo que puede ayudar a controlar el peso y a evitar el consumo de alimentos poco saludables.

Aunque han pasado muchos años desde que José Zorrilla incorporó el término “tentempié” en la literatura, su uso persiste como una referencia a una comida ligera entre las comidas principales. Este concepto de “tentempié” sigue siendo relevante hoy en día, especialmente en el contexto de comer pequeñas cantidades de manera frecuente para mantener la energía y la nutrición a lo largo del día.

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